MI AVENTURA DE SER DOCENTE

Para comentar mi aventura como maestra descibire brevemente Un día en el Aula CONALEP: Durante una sesión de clase inicio saludando al grupo, en caso de haber alguna tarea pendiente solicito que la entreguen y alguien del grupo pasa la asistencia. Posteriormente explico la actividad del día, si es en equipo se forman en círculos para realizar el trabajo, claro que se pierde cierto tiempo en lo que se organizan y reparten lo que cada uno va a realizar. En caso de ser el trabajo individual se mantiene cada uno en su butaca.

Debido al nuevo modelo académico del CONALEP como docente generalmente nos mantenemos como mediadores y/ o facilitadores de las actividades grupales, en caso de ser solicitado mi apoyo intervengo pero no dando la solución del problema sino tratando de que los muchachos lleguen a una respuesta, situación que la mayoría de las veces se complica ya que varios de ellos aun están formados con una mentalidad tradicionalista y esperan que como maestra les de las cosas hechas.

El módulo que imparto en la actualidad es el de Proyección Personal y Profesional el cual es una guía para que los muchachos se conozcan en todos los ámbitos (personal, escolar, social y familiar) y sean capaces de identificar sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas para que las utilicen en su favor y de ser posible contrarresten los efectos negativos, es muy interesante y gratificante ver como se van trasformando la mayoría de ellos y se van haciendo responsables de su propio aprendizaje. Pero siendo realista no faltan muchachos que confunden la libertad que da el sistema como libertinaje y no se esfuerzan de manera alguna por aprender por lo que a pesar de la flexibilidad que ofrece el modelo al final ya no pueden recuperarse y terminan como “aun no competente” en el modulo.

La carga de trabajo en el aula es para los muchachos, la mía es la de observar, aclarar dudas, mediar la actividad, etc. llevándome la carga de trabajo a casa que es la de revisar que la actividad realizada cumpla con los indicadores establecido en la matriz de valoración.

Y bueno como no soy “santa” pierdo los estribos de vez en cuando ya que como es sabido los adolescentes (mis chamacos) en ocasiones se rebelan, otras tantas están inquietos y otras mas están jugando pero al final se hace el trabajo y considero que es gratificante la convivencia ya que también aprendo con y de ellos.